Algunos párrafos citados: Resumen del libro de Oseas en el Antiguo Testamento, Oseas 1.2, 3.1-2, Romanos 8.38-39.
Dios recurrió a la vida conyugal del profeta Oseas, para que podamos entender su amor hacia su pueblo. El Señor ordenó a este profeta del Antiguo Testamento a casarse una prostituta, llamada Gomer. Tuvieron tres hijos. Cuando la mujer dejó la casa y volvió a su antigua “profesión”, terminó siendo esclava; no obstante, Oseas fue, la compró y la trajo a casa para restaurar la familia. Por medio de esta metáfora viviente, podemos entender la profundidad del amor de Dios hacia Israel cuando Él estableció un pacto sagrado con esta nación para adoptarla como su pueblo. Cuando Israel se “prostituyó” adorando otros dioses, podemos entender, por medio del ejemplo de Oseas, el dolor y decepción que sentía Dios ante semejante infidelidad al pacto. Con aun más razón entendemos que el amor de Dios, hacia quienes integramos su pueblo a través de Jesús, supera ampliamente los límites normales del amor humano (Romanos 8.38-39).

Algunas preguntas de reflexión. Contenido (C), Intepretación (I), Aplicación (A)

¿Por qué podemos decir que el amor de Dios ejemplificado en la vida de Oseas supera lo que los seres humanos conocemos? (I)

Leer el resumen de Oseas al comienzo de esta entrada y las citas bíblicas. ¿Qué aprendés vos personalmente del ejemplo de Oseas? (A)

¿Según la primera frase de Oseas 11.9, ¿por qué postergó Dios tanto tiempo el castigo contra Israel por su infidelidad? (C)

¿Qué nos enseña Romanos 8.38-39 del amor de Dios? (C)

¿Cómo quiere Dios que respondas a su amor? (ver Mateo 27.37-39) (C/I)

¿Cómo desearías crecer en su amor? (A)

Llevemos en oración nuestras necesidades.

Posible pregunta rompehielos.
¿Cuál fue una decepción que viviste que lograste superar?