Pasajes claves del sermón del domingo:
Lucas 4.16-30, el libro de Jonás (el profeta que no quería cumplir con su misión), Mateo 5.1-15 (si uno es “bienaventurado” o “afortunado” es para ser “sal” y “luz”). 1 Corintios 11.17-26: con la Cena del Señor no sólo recordamos lo que Él hizo por nosotros sino también “proclamamos” al mundo la salvación. Esta proclamación es pública como se entiende en 1 Pedro 2.9-10
Para la reflexión…
(1 Pedro 2:1) “Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia, (2) deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación, (3 ) ahora que han probado lo bueno que es el Señor.
(4) Cristo es la Piedra viva, rechazada por los seres humanos pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, (5) también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.
(6) Así dice la Escritura: “Miren que pongo en Sión una piedra principal escogida y preciosa, y el que confíe en ella no será jamás defraudado.” (7) Para ustedes los creyentes, esta piedra es preciosa; pero para los incrédulos, “la piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser piedra angular”,*
(8) y también: üna piedra de tropiezo y una roca que hace caer.”* destinados.
(9) Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. (10) Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido.
Este pasaje (vss. 1-3) habla a los cristianos como “recién nacidos” que habían “nacido de nuevo” (1 Pedro 1.3, 3.21-22). Al “nacer de nuevo” “probamos” la leche de la fe y saboreamos que “el Señor es bueno” (2.3). Ahora debemos buscar alimentarnos con el hambre de un “recién nacido”.
Preguntas de reflexión: C = contenido, I = interpretación, A = aplicación.
C ¿Cómo llama Pedro en el versículo 4 a Cristo?
C ¿Qué es esta piedra para los creyentes? (vs 6 y7)?
C ¿Qué es esta piedra para los incrédulos (vs. 7 y 8)?
I ¿Qué es la casa espiritual que se está edificando? (ver Mateo 16.18) ¿Por qué Pedro dice que “se está edificando” y no que “se edificó”?
C ¿Cómo podemos ser como Jesús? (vs. 4 y 5)
C ¿En qué sentido podemos oficiar como “sacerdotes”? (vs. 4-5)
C ¿Qué fuimos y qué somos después de nacer de nuevo? (vs. 9-10)
C ¿Para qué nos llamó Dios? (vs. 9)
A ¿Cómo proclamás a Jesús? (vs. 9)
Posible pregunta rompehielo para grupos: ¿Cómo actuás cuando perdés tu propósito?
Llevemos en oración nuestras necesidades y nuestra misión
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