Domingo 10 de noviembre, 2014. “El corazón del problema de los hombres es el corazón”. Algunos de los párrafos bíblicos citados: Marcos 7.14-23 (“corazón” en 7.6, 19, 21) Mateo 13.1-23 (“corazón” en 13.15, 13.19) Colosenses 3.16, Lucas 8.15. Lo “de afuera” no contamina al hombre sino lo de adentro, es decir, el “corazón”. La parábola del sembrador se emplea muchas veces para hablar de la reacción de los inconversos a la palabra de Jesús, pero en realidad se aplica en gran parte a los cristianos. ¿Cómo está nuestro corazón delante del Señor? ¿Qué estamos haciendo para cambiarlo? Debemos cuidarnos de que el corazón no se enfríe.
La palabra que fue sembrada en buena tierra produce buenos frutos. Esa es una tierra en la que se trabaja mucho y eso lo podemos hacer cualquiera de nosotros, porque tenemos la ayuda de nuestro Dios, siendo misericordiosos con nuestros hermanos, ayudándonos unos a otros. ¡Cuantas cosas debemos trabajar diariamente en nuestros corazones, dejar de lado las riquezas, las preocupaciones de este mundo para poner atención a las cosas celestiales, a las que realmente preparan nuestras vidas para dar buenos frutos!

Preguntas de reflexión: Contenido (C), Interpretación (I), Aplicación (A)

  • Leer Marcos 7.14-23 ¿Cuáles son las cosas que salen del corazón del hombre y lo contaminan? (C)
  • De estas cosas, ¿de cuáles pensás que sos más consciente y de cuáles no? (I/A)
  • ¿Qué hacés para purificar tu corazón? (A)
  • Según la parábola del sembrador en Mateo 13, ¿qué tiene que ver el corazón con el hecho de “dar fruto”? (ver también Lucas 8.15?) (C/I)
  • ¿Qué podés hacer para tener un corazón “noble” (recto) y “bueno” y así dar fruto? (A)
  • ¿Qué podemos hacer para ayudarnos unos a otros a honrar a Dios con el corazón? (A)

Posible pregunta rompehielos:

Comparti con el grupo algo que pensaste hoy que te ayudó a ser una persona más recta“.