Ejemplos de la vida de Samuel (1 Samuel 3.19-21, 12.18-21)
Preguntas rompehielos.
(1) Conta al grupo algún momento del pasado que te ayuda en el presente.
Romanos 15.4 “Todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos a fin de que, alentados por las Escrituras perseveremos en mantener nuestra esperanza”.
Las Escrituras a las que se refieren aquí son el Antiguo Testamento. Un buen ejemplo de una historia de las Escrituras que nos puede alentar es la vida del profeta Samuel.
Preguntas de contenido (C), interpretación (I) y aplicación (A).
(Si no hay tiempo para hablar de ambas citas en el grupo hogareño, es preferible concentrarse en el segundo, 1 Samuel 12.18-21)
Leer 1 Samuel 3.19-21.
(C) ¿Qué nos dice este pasaje acerca de la vida de Samuel?
(C) ¿Qué reconocía la gente acerca de él?
(C) ¿Qué le comunicaba Dios a Samuel?
(I y A) ¿Cómo podemos ser como Samuel en la actualidad?
Leer 12.18-21. 1 Samuel relata un episodio unos 1050 años antes de Cristo en que Israel pide al juez Samuel nombrar a un rey en su lugar. Al hacer esto, los israelitas obviaban que como pueblo elegido, Dios Mismo era su rey. Este párrafo relata cómo el profeta recalca el error del pueblo y la manera en que él se compromete a animarlo.
(C) ¿Qué hizo Samuel para hacer resaltar el poder de Dios y el error del pueblo? (vs. 16-18)
(C) ¿Cómo respondió el pueblo a esta manifestación del poder de Dios? (vs. 19)
(C) ¿Qué consejo le da Samuel al pueblo? (vs. 20-21, 24)
(C) ¿Por qué no rechazaría Dios a su pueblo? (vs. 22)
(I) ¿Qué quiere decir “por amor de su nombre” (vs. 22)?
(C) ¿Cómo entendía Samuel su responsabilidad hacia el pueblo? ¿Qué tenía que hacer por ellos? (vs. 23-24)
(I) ¿Cómo podemos desempeñar esta misma función en la iglesia?
(I) ¿Exhortar” es sinónimo de “animar”. Si seguimos el ejemplo de exhortación de Samuel en los versículos 23-25, ¿qué haremos? ¿Cómo vemos en este pasaje un ejemplo de cómo las Escrituras del Antiguo Testamento nos animan?
(A) ¿En qué necesitás que te “exhortemos”?
(A) ¿Qué beneficios que recibís de Dios más necesitás recordar?
Llevemos nuestras necesidades en oración.
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